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​​Foto por Thinkstock​​

TOMANDO VUELO

​En el condado rural de Grant, Washington, el personal de servicios públicos no sólo protege las subestaciones remotas: también ayuda a responder a los llamados de emergencia de la comunidad. Sin embargo, luego de un encuentro preocupante, quedó claro que algo tenía que cambiar; y los responsables de seguridad buscaron soluciones mirando hacia el cielo.

El equipo de líderes de seguridad del Departamento de Utilidades Públicas del Condado de Grant (PUD en inglés) se reunió el marzo pasado para repasar un incidente inquietante que había ocurrido la noche anterior: un oficial de seguridad del PUD había respondido a reportes de un hombre aparentemente intoxicado disparando un arma indiscriminadamente en un pueblo cercano. Para el personal de seguridad del PUD no es extraño responder a llamados que no estén relacionados con los serivicos públicos por la naturaleza geográfica y rural del área, y esa noche un oficial desarmado llegó a la escena del disturbio antes que las fuerzas de seguridad. Afortunadamente, fue capaz de mantener al hombre en calma hasta que llegó la policía, y el evento terminó sin complicaciones. Sin embargo, luego de la revisión quedó claro que el oficial de seguridad estuvo expuesto a un gran riesgo.

"Tenemos asuntos con gente intoxicada, o casos de violencia doméstica a los que siempre somos los primeros respondientes, porque las fuerzas de seguridad están a un largo camino de distancia", explica Nick Weber, CPP, SPP, gerente de seguridad del PUD del Condado de Grant. "Hemos visto nuestro vehículo de patrulla abollado por patadas de los residentes, gente disparando armas de fuego, y hemos pensado '¿cómo podemos hacer ésto mejor?'" El equipo debatió soluciones e inicialmente bromeó sobre usar un dron para mitigar problemas. Pero, tras una mayor consideración, Weber cuenta que la idea empezó a ganar mayor tracción. Utilizando un dron genérico, el PUD pudo entrenar a sus oficiales de seguridad subcontratados para echar un vistazo a una situación potencialmente peligrosa antes de exponerse a ellos mismos, reduciendo los tiempos de respuesta. El dron incluso podría ser utilizado para realizar evaluaciones preventivas de seguridad en las infraestructuras críticas del condado.

"Hemos tenido problemas al lidiar con el hecho de exponer al peligro a personal de seguridad desarmado para resolver asuntos relacionados con el ambiente humano, así como al buscar formas de mejorar nuestro uso del tiempo y de recursos para realizar evaluaciones de seguridad en las subestaciones, represas, y otras estructuras críticas", comenta el entonces supervisor de seguridad física Brady Phelps, CPP, PSP. "Queríamos explorar los desafíos y oportunidades que los drones podrían presentar." Phelps, quien ahora trabaja como auditor para el Consejo de Coordinación de Western Electricity, comenzó a darle forma al plan junto a Weber y al gerente de cuentas de servicios de vigilancia George Hainer.

EN LA INDUSTRIA

El uso de drones para propósitos de seguridad está continuamente tomando ritmo. En el verano de 2016, más de 2.000 organizaciones se habían postulado para recibir exenciones comerciales a través de la Adminstración Federal de la Aviación de USA (FAA) para utilizar drones con fines de gestión de emergencias, seguridad, o gestión de riesgos, de acuerdo con la Asociación Internacional de Sistemas de Vehículos No Tripulados. Y un informe de IFSEC Global denota que el mercado internacional de drones para seguridad crecerá a US$10 millardos para el 2020.

Pero las solicitudes para exenciones comerciales no llevan a contar con programas de drones de la noche a la mañana, y el equipo de seguridad del PUD del Condado de Grant no estaba al tanto de ninguna otra compañía de servicios públicos que hubiera utilizado drones para mejorar la respuesta a emergencias. El Departamento del Alguacil del condado había estado utilizando drones para investigaciones durante alrededor de seis meses, y el PUD lo pudo contactar más adelante en el proceso para pedir consejos sobre la concesión, pero primero tenía que delinear un programa y conseguir su aprobación y financiamiento.

"Estábamos preocupados por la posible percepción de que el departamento de seguridad estaba comprando juguetes, y que otras áreas se quejaran porque algunas de las cosas que hacemos en el equipo de seguridad son geniales y haya algo de envidia", cuenta Hainer. "También había algo de preocupación sobre desperdiciar dinero. Conversamos con nuestro jefe y acordamos crear políticas de uso estrictas, así como estándares de seguridad contra delitos y accidentes, y seguimos adelante con nuestro presupuesto para comprar tres drones de nivel doméstico como prueba.

Mientras que el potencial de los drones parece infinito, Phelps remarca la importancia de entender a fondo sus capacidades y límites para explicar las posibilidades disponibles a aquellos que tienen que dar su aprobación, sin hacer promesas poco realistas. Y mientras que los drones iban a ser principalmente usados para las operaciones de seguridad, el PUD quería compartir ese capital con otros departamentos de infraestructuras críticas en el condado.

"Establecer ese entendimiento firme de las capacidades de los drones nos ayudó para acudir a otros departamentos con necesidades similares", explica Phelps. "Queríamos ver cómo el departamento de tendido eléctrico o la represa podrían usarlos, así que presentamos ante sus líderes nuestra nueva herramienta con intención de compartirla. Éso eliminó aquella percepción interna al demostrar que se trata de una herramienta de negocios y que queremos ayudar a solucionar problemas, lo que aportó considerablemente a la aprobación por parte de la organización entera".

Como parte de una demostración, el equipo del PUD trabajó con el departamento de la represa del condado para conducir el relevamiento de un dique usando drones. Lo que normalmente hubiera tomado tres o cuatro horas e implicaría exponer a trabajadores a condiciones peligrosas, tomó siete minutos y capturó un clarísimo video de alta definición que permitió una evaluación fácil.

REGULACIONES Y MÁS ALLÁ

Antes de que el PUD pudiera comenzar a desplegar sus drones de forma regular, tuvo que cumplir varios criterios impuestos por el gobierno de los Estados Unidos de América. A diferencia de los usuarios individuales, las empresas o entidades públicas deben postularse para exenciones comerciales a través de la FAA. Adicionalmente, al PUD le interesaba la posibilidad de volar sus drones fuera de su línea de visión y de noche, lo que también requería dispensas. Otro desafío fue determinar quien iba a pilotear los drones, ya que todos los operadores deben certificarse en la FAA, lo cual consume tiempo y reduce la cantidad de personas que podrían utilizar la tecnología. "Pasar el examen es un gran problema para algunos guardias que no tienen la más mínima idea sobre aeroplanos", denota Hainer.

Luego de consultar al Departamento del Alguacil del Condado de Grant, Hainer (quien había anteriormente contado con una licencia de piloto privado) comenzó el proceso para certificarse por la FAA como el piloto líder del equipo, permitiéndole conducir vuelos y entrenar a otros. El PUD todavía está esperando otro certificado del FAA que le posibilitaría al equipo a certificar sus propios pilotos.

Durante el extenso proceso de certificación, surgió otro desafío imprevisto: los guardias de seguridad subcontratados del PUD que típicamente responderían a las emergencias presentaron un amparo a través de su unión sindical argumentando que el programa de drones les quitaría sus puestos de trabajo. Para atender este problema, el equipo de seguridad del PUD acordó que, además de Hainer, serían entrenados alrededor de 14 guardias para operar los drones. "Hay una gran posibilidad de que ellos vayan a necesitar más los drones que nosotros internamente", destaca Hainer.

Weber detalló los esfuerzos del equipo para asegurarle a los ejecutivos que el programa no sería usado incorrectamente, ya que uno de los mayores casos de uso de los drones también es el que presenta mayores desafíos: una de las zonas clave de patrullaje del PUD está conformada por las tierras de ambos lados del Río Columbia, un estrecho de alrededor de 80 kilómetros con sólo un punto público de cruce.

"La Ley de Murphy tiende a persistir en aquella zona de patrulla: siempre tenemos, de forma desmesurada, informes de incidentes del lado del río opuesto a donde nuestro guardia esté patrullando, haciendo que un vehículo tome más de 30 minutos para responder aunque tenga que realizar un recorrido de dos o tres kilómetros", denota Weber. Responder a una llamada con un dron permitiría al personal de seguridad contar con una buena conciencia situacional dentro de la franja de los 10 minutos y entender qué clase de respuesta adicional podría necesitarse. "¿Tenemos que ir a levantar basura o se trata de un delincuente violento?", explica.

Sin embargo, un ejecutivo se mostró preocupado por el uso de drones a lo largo del río durante los meses de verano, que presentan una alta concentración de personas y es cuando más se necesitan. ¿Qué pasa si un guardia de seguridad decide utilizar un dron para seguir a un bote lleno de jóvenes en bikinis?

"Ésa es una preocupación legítima", declara Hainer. "Habrá requirimientos estrictos sobre qué clase de eventos permitirán el despliegue del dron, la creación de un plan de vuelo y la coordinación con el Centro de Operaciones de Seguridad; especialmente cerca de las infraestructuras críticas. Cada vuelo va a involucrar un montón de papeleo para asegurarnos de que nunca sea usado incorrectamente."

El PUD acordó restringir estrictamente el uso a situaciones en donde el dron resultaría significativamente más eficiente o pondría al personal fuera de peligro, dice Weber. Cuando una llamada llega al Centro de Operaciones de Seguridad, los guardias necesitarán documentar la justificación y un plan de vuelo antes de despachar un dron, así como notificar si el camino planteado se encuentra dentro de los 400 metros de distancia de una planta de energía, una línea de transmisión, o una subestación. "Estos controles proveen una certeza razonable para nuestra alta dirección de que los drones serán operados únicamente por personal entrenado y tendrán un propósito de negocios documentado antes de cada vuelo", explica Weber.

Mientras que el progama de respuesta a emergencias con drones todavía está en sus albores, el PUD está esperando el resto de certificaciones y exenciones de la FAA, y Hainer está entrenando a los guardias para operarlos: el equipo ya ha comenzado a conducir evaluaciones de seguridad para el mismo departamento y para otros, tales como el relevamiento de represas.

"Ahora mismo, estamos utilizando imágenes de Google Earth para realizar evaluaciones de amenazas y hay algo de retraso   al determinar qué es certero: un par de áreas no tienen imágenes actualizadas, y algunas otras son de baja calidad", comenta Hainer. "Estaríamos lanzando el dron utilizando un programa que compila las imágenes áreas para su posterior uso en planes de respuesta y evaluaciones de amenazas, siendo de mejor y más precisa calidad."

Weber declara que el equipo está muy entusiasmado por los tiempos reducidos de respuesta y el potencial de mantener a salvo al personal de seguridad, pero el programa de drones también tendrá otros usos prácticos. El PUD planea utilizar drones para estar pendiente de las subestaciones remotas y líneas de transmisión, en vez de apoyarse en costosas cámaras o en vigilancia ambulante con vehículos terrestres. Phelps señala que los drones también pueden ser usados para asegurarse de que los sitios permanecen en cumplimiento de las normas y directrices.

"Somos uno de los primeros grupos en la industria de la electricidad en hacer ésto, y no hay un camino exacto a seguir", dice Weber. "El departamento del alguacil ha sido de gran ayuda porque su programa está seis meses adelantado al nuestro; y a nuestro departamento de riesgos, que está encargado de los seguros, éso le genera comodidad por todos los beneficios que conlleva."

El equipo declara que está encantado con que el programa sea lanzado a tiempo para los meses de verano que son más concurridos a lo largo del río, y que los miembros del personal están ansiosos por descubrir qué otras aplicaciones pueden tener los drones, tanto para la seguridad como para la gestión de infraestructuras críticas.

"Las limitaciones no serán fijadas por la FAA, sino por mi imaginación", dice Hainer. "Los drones proveerán muchas más oportunidades que amenazas."

 

The translation of this article is provided as a courtesy by Ari Yacianci. Security Management is not responsible for errors in translation. Readers can refer to the original English version here​.

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